El diseño simbólico (en un mundo globalizado)

En muchas ocasiones, uno cuando se pone a analizar algún objeto, tiene ese primer impacto visual, ese primer reconocimiento de la forma a través de lo sensorial- intuitivo. Ese “golpe” de recuerdos que les puede causar a muchos, mientras que a otros por tratarse de realidades nuevas, empieza ese proceso de deducción, análisis y conformación de esquemas, para usos posteriores y nuevos reconocimientos de las formas. En este caso por tratarse de una imagen, un símbolo muy fuerte como lo es el Mickey de Walt Disney, implica mucho en cuanto a lo sumamente sensorial. Detrás de la palabra “Disney”  hay mucho más que seis letras, una fonética y una sonoridad marketinera. Por más que uno no haya tenido la posibilidad (suerte) de viajar al “fantástico mundo” conoce lo que es el mundo de Disney. Colores, alegrías, risas, niños con algodones de azúcar en la mano, y de la otra el acompañamiento de los padres; juegos, gritos, felicidad, ansiedad, sorpresa, imaginación, mundos maravillosos, conejos de la suerte, reinas de corazones, liberación. Hadas y mucha magia. Tenemos entonces, “símbolos cargados”, neutrales, y hasta descargados (en menor medida ya que todo símbolo provoca una actividad mental mínima).

Lo que nos interesa representar, con este ejemplo, es la delicadeza con que se deben tratar ciertos aspectos del diseño, al tratarse de figuras muy complejas, en cuanto a la representación simbólica que llevan.

Actualmente debemos lidiar con una irresponsabilidad por parte de muchos autores, que se concentran más en tratar de llegar a la mayor cantidad de gente (cliente- consumidor) con un producto no lo demasiado pensado y explorado.

Con esta banqueta nos pasa, que no llega a provocarnos nada emocionalmente. Lo vemos (y lo tratamos de analizar), con una estructura arbitraria con cierto movimiento, y una obligación figurativa del contorno de la cabeza del afamado ratón. Llegamos a la conclusión que puede ser un acierto esta figura, que corona la banqueta, pero no le encontramos una relación acorde en cuanto a la base y al desarrollo para llegar a esa cúspide simbólica Waltdisneiana.

Nos queda una banqueta, con un lindo desarrollo, con un lindo color, una linda representación de Mickey, un lindo movimiento. Pero no estamos en el Fantástico Mundo de Walt Disney.

Un breve y rápido análisis para descubrir nuestro objeto. Borrador nomás.

Salute y hasta la próxima…